http://www.angelvillamor.com/2010/03/el-quirofano-ya-es-la-ultima-opcion.html
Se estima que el 80% de las consultas de una clínica de traumatología se deben a problemas de columna. En realidad, y aunque esta cifra pueda parecer abultada, no lo es tanto si tenemos en cuenta que esta hilera de vértebras está diseñada para trabajar con nosotros a cuatro patas o, lo que es lo mismo, en posición horizontal.
Sin embargo, el afán de nuestros antecesores por erguirse, finalmente ha repercutido en que nos estemos desenvolviendo en una postura antinatural, por decirlo de alguna manera. Esta circunstancia ha propiciado la aparición de todos esos dolores, molestias, sobrecargas articulares y discales, así como contracturas y lesiones.
En todos estos años de colaboración e investigación con los médicos deportivos, traumatólogos, fisioterapeutas, osteópatas, monitores de Pilates… especialistas en disciplinas dirigidas a la corrección postural de columna que forman parte del equipo de iQtra, hemos ido desarrollando protocolos terapéuticos frente a esta patología de columna.
Hemos combinado toda clase de manipulaciones, medidas físicas, reeducación postural, fortalecimiento de la musculatura paravertebral, acupuntura, infiltraciones e, incluso y como última opción, intervenciones quirúrgicas de diversa índole.
Cada vez más conservadores
Es cierto que, con el paso del tiempo y animados por los buenos resultados que ofrecen las medidas que evitan el bisturí, hemos ido siendo cada vez más conservadores, de manera que cada vez son menos los casos que acaban pasando por el quirófano.
Una de las áreas que más nos llama la atención en esos momentos es la de las infiltraciones vertebrales articulares y radiculares, que muchas veces ofrecen soluciones prácticamente definitivas a los problemas de espalda.
Nuestro equipo las lleva practicando con asiduidad desde hace tiempo. Básicamente la técnica consiste en pinchar directamente en el foco del dolor o de la lesión. En ocasiones es suficiente con llevar a cabo una punción seca (acupuntura), aunque en otras se introducen diversos fármacos (antiinflamatorios de depósito, anestésicos e, incluso, factores de crecimiento tisular extraído de la sangre del paciente.
Formación continuada
Hace 2 semanas, parte del equipo de iQtra viajó a una Universidad Alemana que organiza desde hace pocos años, una reunión, en la que una serie de anatomistas y de cirujanos ortopédicos exponen sus progresos y enseñan sus procedimientos de infiltración.
Allí intercambiamos nuestras experiencias con nuestros pacientes, ellos nos trasladan sus conocimientos y nos enseñan los ‘secretos’ de su procedimiento, que practicamos en cadáveres.
La impresión que nos hemos traído de Alemania ha sido extraordinariamente positiva, ya que además de haber aprendido y compartido impresiones con estos superespecialistas (en el sentido de que su área de trabajo se circunscribe únicamente a infiltrar la columna lesionada), hemos tenido la oportunidad de corroborar lo que en estos últimos años hemos venido observando en nuestra consulta.
Como decía al principio, y como muchos trabajos científicos han determinado, muchos de los cuadros clínicos relativos a la espalda que hasta hace pocos años no sabíamos resolver nada más que con cirugía, actualmente pueden solucionarse con tratamientos conservadores que, además, no constituyen una solución temporal, una especie de parche. Tener una alternativa tan efectiva para evitar el quirófano es siempre una buena noticia.
El quirófano ya es la última opción para tratar los problemas de espalda
Se estima que el 80% de las consultas de una clínica de traumatología se deben a problemas de columna. En realidad, y aunque esta cifra pueda parecer abultada, no lo es tanto si tenemos en cuenta que esta hilera de vértebras está diseñada para trabajar con nosotros a cuatro patas o, lo que es lo mismo, en posición horizontal.Sin embargo, el afán de nuestros antecesores por erguirse, finalmente ha repercutido en que nos estemos desenvolviendo en una postura antinatural, por decirlo de alguna manera. Esta circunstancia ha propiciado la aparición de todos esos dolores, molestias, sobrecargas articulares y discales, así como contracturas y lesiones.
En todos estos años de colaboración e investigación con los médicos deportivos, traumatólogos, fisioterapeutas, osteópatas, monitores de Pilates… especialistas en disciplinas dirigidas a la corrección postural de columna que forman parte del equipo de iQtra, hemos ido desarrollando protocolos terapéuticos frente a esta patología de columna.
Hemos combinado toda clase de manipulaciones, medidas físicas, reeducación postural, fortalecimiento de la musculatura paravertebral, acupuntura, infiltraciones e, incluso y como última opción, intervenciones quirúrgicas de diversa índole.
Cada vez más conservadores
Es cierto que, con el paso del tiempo y animados por los buenos resultados que ofrecen las medidas que evitan el bisturí, hemos ido siendo cada vez más conservadores, de manera que cada vez son menos los casos que acaban pasando por el quirófano.
Una de las áreas que más nos llama la atención en esos momentos es la de las infiltraciones vertebrales articulares y radiculares, que muchas veces ofrecen soluciones prácticamente definitivas a los problemas de espalda.
Nuestro equipo las lleva practicando con asiduidad desde hace tiempo. Básicamente la técnica consiste en pinchar directamente en el foco del dolor o de la lesión. En ocasiones es suficiente con llevar a cabo una punción seca (acupuntura), aunque en otras se introducen diversos fármacos (antiinflamatorios de depósito, anestésicos e, incluso, factores de crecimiento tisular extraído de la sangre del paciente.
Formación continuada
Hace 2 semanas, parte del equipo de iQtra viajó a una Universidad Alemana que organiza desde hace pocos años, una reunión, en la que una serie de anatomistas y de cirujanos ortopédicos exponen sus progresos y enseñan sus procedimientos de infiltración.
Allí intercambiamos nuestras experiencias con nuestros pacientes, ellos nos trasladan sus conocimientos y nos enseñan los ‘secretos’ de su procedimiento, que practicamos en cadáveres.
La impresión que nos hemos traído de Alemania ha sido extraordinariamente positiva, ya que además de haber aprendido y compartido impresiones con estos superespecialistas (en el sentido de que su área de trabajo se circunscribe únicamente a infiltrar la columna lesionada), hemos tenido la oportunidad de corroborar lo que en estos últimos años hemos venido observando en nuestra consulta.
Como decía al principio, y como muchos trabajos científicos han determinado, muchos de los cuadros clínicos relativos a la espalda que hasta hace pocos años no sabíamos resolver nada más que con cirugía, actualmente pueden solucionarse con tratamientos conservadores que, además, no constituyen una solución temporal, una especie de parche. Tener una alternativa tan efectiva para evitar el quirófano es siempre una buena noticia.
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